Día 2 - Selfoss, Playas del Sur, Vik, Skógar


Después de pasar la mejor noche sin duda, gracias a la ayuda del colchón "LoMonaco" y de unos edredones nórdicos muy gustosos, nos enfrentamos a uno de los mejores días de las vacaciones. Después de un grandioso desayuno (10 tipos de mermeladas, zumos, huevos pasados por agua, fruta...), la idea era irnos directamente a las playas del sur, pero gracias a la Lonely Planet, descubrimos un río de agua caliente en un paraje precioso.



Para encontrarlo hay que dirigirse al oeste de Selfoss, hasta Hveragerði, abandonar la carretera 1 y atravesar dicha localidad con el coche hasta llegar a un camino sin asfaltar que tienes que coger antes de cruzar el río. Finalmente se sigue ese camino durante unos 2 kilómetros, hasta llegar al aparcamiento e inicio de la ruta. No esta muy señalizado, así que no dudéis en preguntar. El camino hasta llegar a las pozas en el río es muy bonito: un prado verde, montes y valles, salpicados de fumarolas y calderas de barro hirviendo (y su olor a huevo podrido). Sólo hay que seguir las estacas amarillas y en 1 hora te verás recompensado por un baño en un río a unos 37 grados.



Después de comer rico pollo islandés en el Kentucky Fried Chicken de Selfoss, nos dirigimos al alojamiento que teníamos para esa noche, el albergue HI de Skógar, junto a la cascada Skógarfoss. Poco antes de llegar, paramos en Seljalandsfoss, otra cascada situada junto a la carretera, que permite dar la vuelta por detrás de la cascada.


Y ya por la tarde-noche, después de dejar las cosas en el albergue (había que aparecer por allí antes de las 8 de la tarde), visitamos las negras playas del sur. Primero fuimos a Vik, pequeño pueblo con cierto encanto y con una playa de finísima arena.


A continuación retrocedimos en dirección al albergue hasta la playa de Reynishverfi, realmente espectacular ya que tiene unas curiosas columnas de basalto. Y además, ¡vimos a los famosos frailecillos volar por encima de nuestras cabezas desde el acantilado y tirarse al mar a coger pececillos!


Ya de "noche" (nunca acaba de ser de noche) regresamos al albergue de Skógar. Teníamos 2 habitaciones de 2 (con literas) y una de 3. El albergue tiene cocina, así que aprovechamos para cenar allí unos macarrones con una especie de carne de cordero picada con forma de morcilla que compramos en el Bonus. Muy ricos. Antes de ir a la cama aprovechamos para acercarnos a la cascada "Skógarfoss" a 1 minuto del albergue. Un lujo.

Precio: 24€ por persona noche.
Tiene habitaciones dobles/triples, y cocina. Junto a Skógarfoss. Todo correcto.
La recepción cierra a las 20:00 así que avisar antes si vais tarde.

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